Hace ¿cuánto fue la última vez que lloraste? El llorar es un mecanismo natural de desahogo de tus sentimientos y emociones. Alguien que no llora se va quedando con esos sentimientos. Nadie ha nacido con la capacidad de no llorar, simplemente es que aprendió desde muy pequeñ@ a no demostrar sus emociones. Nuestro cuerpo y nuestra mente están diseñados para poder llorar. Una lágrima de dolor o tristeza en su composición química contiene un antidepresivo natural.
Si eres de los/las que llora en todas las películas, checa qué escenas son las que más te emocionan o con las que más frecuencia sueles llorar, por ejemplo: las despedidas, las pérdidas, la soledad, etc, porque puede que por ahí tengas una herida sin sanar y necesites trabajar en eso. También conforme vamos creciendo, vamos aprendiendo a contener, que no tiene nada que ver con reprimir, sino que ya no nos desbordamos ni nos tiramos al piso por absolutamente todo. Y hay etapas en la vida en las que sueles llorar más y en otras menos, sobre todo en las que hay grandes cambios y pérdidas como lo puede ser la adolescencia o la vejez.
Algo que me parece muy importante decir es que nadie es quién para decirte porque sí vale o no vale la pena llorar. No porque sea tu mamá, tu papá, tu pareja, tus hermanos/as tienen derecho a impedir tu llanto. Todos los sentimientos se valen, lo que no se vale es lo que haces con esos sentimientos. Las conductas se modulan, permítete sentir lo que tienes que sentir. El llorar nos hace humanos y hay situaciones que merecen cada una de nuestras lágrimas. Porque vivir no siempre significa que todo será alegría y diversión. Y piensa que lloras para ti, no lloras para alguien más. Así que date el permiso de hacerlo y deja que los demás también lo hagan. Love, P.Referencia:
Pérez, G. (28 de agosto de 2015). No puedo dejar de llorar [Audio en Podcast]. Recuperado de: http://www.marthadebayle.com/sitio/md/radio/bienestar/no-puedo-dejar-de-llorar-2/
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