2017… What a year!
Intento recordar lo entusiasmada que estaba por iniciar ese año. Tenía muy claro qué era lo que quería hacer, aunque tampoco estaba muy segura de cómo lo iba a hacer. Pero sabía que tendría que esforzarme mucho para lograrlo y así fue. Y vaya que me costó, sin duda me puso muchas pruebas en las que si no hubiera estado tan segura de lo que quería lograr, lo habría abandonado. Porque parecía que todo se oponía a que lo consiguiera. Pasaban cosas que no tenían sentido y terminaban por complicar todo. Pero aún así no podía permitir que se interpusiera con mi sueño. Si las cosas iban a ser difíciles, no iba a dejar que eso fuera un obstáculo más y a pesar de todo yo tenía que ser más inteligente y hábil para conseguirlo. Pasé por todas las emociones posibles y con mucha frustración entendí que a veces sólo queda esperar y confiar en lo que está por venir. Porque lo que está destinado para ti, tarde o temprano llega. En el 2017, he aprendido tanto, que por donde sea que voltee hay algo que me hizo crecer un poquito más. Y no sólo eso, me siento infinitamente agradecida. De verdad, un “gracias” me parece insuficiente. Literalmente ese año fue una muy dura sacudida en la que te reubicó o te derribó. Y creo que deberíamos de sentirnos muy orgullosas porque supimos sacar lo mejor de nosotras ante una situación tan difícil. Y no había escrito nada en más de la mitad del año, porque sinceramente tenía mucho miedo en que llegara este momento en el que debo detenerme, abrir mi alma, escarbar a profundidad y exponer todo eso que ha estado por ahí; tanto lo bueno como lo no tan bueno. Me emociona tanto iniciar el 2018 porque ahora puedo ver con un poco más de claridad lo que puede ocurrir y porque ha llegado el momento de vivir aquello por lo que esforcé el año anterior. Les deseo un 2018 maravilloso, en el que crezcan en todos los aspectos, en el que estén rodeados de infinito amor, felicidad, salud, trabajo, viajes, risas y todo aquello que les apasione.
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